¿Cómo aportamos valor?

Las certificaciones FSC aportan valor no solo a los bosques, sino a las personas y mercados relacionados con ellos. En la región, se realiza un trabajo cercano con las comunidades y pueblos indígenas, acompañándolos y protegiendo el lugar donde viven, enseñándoles a generar provecho del mismo, cuidándolo para las generaciones futuras.

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FSC GD / Arturo Escobar
Forest from the Regional Authority for Agriculture and Forestry Services of the Lombardy Region

¿Cómo aportamos valor a los bosques?

El valor de los bosques es inmenso y en FSC lo sabemos. Por eso, protegiéndolos no solo estamos luchando contra la deforestación y extinción de fauna y flora, sino que también estamos protegiendo a las personas y estamos consiguiendo un aliado contra uno de los mayores problemas que nos azota actualmente: el cambio climático.

Todos los hábitats naturales, como los bosques, cuentan con valores de conservación. En FSC utilizamos el enfoque de Altos Valores de Conservación (AVC) como parte de los estándares de certificación no solo para proteger, sino también para planificar la conservación de los diferentes hábitats.

También hay que tener en consideración la existencia de los Paisajes Forestales Intactos (PFI), últimas áreas forestales de bosques que permanecen sin haber sido tocadas por el desarrollo moderno y son fundamentales para la subsistencia de los pueblos que dependen de los bosques. FSC está comprometido con el trabajo de evaluación de estas áreas, las cuales se encuentran en su mayoría en Canadá, Rusia y en nuestra región, en Brasil.

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FSC Denmark

¿Cómo aportamos valor a las personas?

El beneficio para las personas es parte fundamental de los Principios y Criterios bajo los que se rige el FSC. El respeto por los derechos de los trabajadores y ofrecer condiciones de trabajo, determinadas por la OIT se suma a la protección de las Pueblos Indígenas y las relaciones con las Comunidades y pequeños propietarios que habitan en los bosques.

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iStock.com / Dean Mitchell

¿Cómo aportamos valor a los negocios?

En la actualidad, la Responsabilidad Social Empresarial ha llevado a la mayoría de las empresas a tener o a estar desarrollando un plan de sostenibilidad como parte de su modelo de negocio.

Es innegable que no solo hay un compromiso con el medio ambiente, sino con los clientes y consumidores que actualmente exigen una respuesta activa por parte de sus proveedores de productos y servicios.

Hay más de 200 millones de hectáreas de bosques certificadas dentro del sistema FSC y trabajamos con más de 30,000 titulares de licencias y muchas marcas líderes. Esto nos ha llevado a que nuestra marca sea reconocida a nivel mundial como una solución confiable de manejo forestal responsable, que promueve el bienestar de los bosques, personas y mercados para nosotros y para las generaciones futuras.

Historias destacadas

Del Fuerte

México

El trabajo realizado con “Del Fuerte” es un caso emblemático, no solo para FSC México, sino un ejemplo para la región. La marca Del Fuerte® produce puré de tomate, el cual se comercializa en un envase Tetra Pak® certificado FSC®. Sin embargo, la marca quiso ir más allá y, además de firmar una licencia de uso de marca para poder también compartir su trabajo con FSC en redes sociales, decidieron desarrollar una estrategia de sostenibilidad patrocinando un bosque certificado. Es así como se inició un trabajo de búsqueda y asesoramiento por parte de la Unidad de Conservación y Desarrollo Forestal Integral Topia (miembro internacional FSC) 

Ecuador

El bambú en Ecuador tiene historias importantes que compartir a la Región. Una de ellas es la de las familias Serrano y Villarreal, propietarios de dos parcelas de bambú en la provincia de Pichincha las cuáles tienen un área combinada de 140 hectáreas, ubicadas en pleno territorio de los bosques del Chocó Andino.

Estas parcelas que están siendo manejadas bajo el estándar de manejo forestal y actualmente protegen el 90% de las riberas locales. ¿Cómo? Gracias a las dos especies de bambú presentes en la zona: Dendrocalamus asper y Guadua angustifolia. Desde el 2004, este pasto gigante que llena de propiedades ambientales fue plantado, cambiando suelos erosionados causado por la intensa producción ganadera por una zona de conservación hídrica que beneficia a toda su vecindad.

Allpa Bambú es el nombre de la empresa que maneja estas plantaciones y transforma el bambú en pisos, material para la construcción de viviendas y productos utilitarios que están siendo comercializados en Estados Unidos y España, con Certificación FSC en Manejo Forestal, Cadena de Custodia y cuentan con una declaración de Servicios Hídricos en Servicios Ecosistémicos FSC.

Esta historia demuestra que las certificaciones pueden ser obtenidas por pequeños poseedores de bosques y plantaciones que, agrupados con voluntad y trabajo consciente, pueden dar grandes resultados para el bienestar del medio ambiente, la gente y su economía.

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Viña Concha y Toro

Chile

El vino chileno destaca por su preocupación frente a la sostenibilidad de los bosques. La empresa vitivinícola Concha y Toro fue la primera en su tipo en conseguir la declaración de Servicios Ecosistémicos FSC con fines de conservación de su patrimonio forestal (FSC-C154029). Con un fuerte compromiso hacia la flora y fauna presente en sus tierras, la compañía comenzó en el 2011 un trabajo de registro con la Corporación Nacional Forestal. Tras este trabajo, se inicio un inventario de biodiversidad en la zonas declaradas, encontrando así especies únicas para la región así como otras en diversas categorías de conservación. Además, también se realizó un estudio de Captura de Carbono.

Los resultados obtenidos demuestran el compromiso que la compañía ha tenido en los últimos años con la conservación y manejo sostenible de los bosques, siendo también la primera empresa en el país en firmar una Licencia de Uso de Marca FSC® (PLA por sus siglas en inglés) que operará de manera internacional.

“La alternativa de que existiera una certificación independiente, validada internacionalmente, era lo que nosotros buscábamos, porque somos una empresa global, y por tanto necesitamos un lenguaje global. Entonces, para nosotros, fue una opción que nos llamó mucho la atención, nos permitía avalar - con una certificación seria y respetada internacionalmente - todo lo que veníamos haciendo hace años”, comentó Valentina Lira, Subgerente de Desarrollo Sustentable en Viña Concha y Toro.

Brasil

En el archipiélago de Bailique y la región de Beira Amazonas, en Macapá, capital del estado de Amapá, una cooperativa de productores de açaí, llamada Amazonbai, ha estado escribiendo una hermosa historia que revela tanto los impactos de la mano del hombre en la naturaleza, como su capacidad de responder a nuestras acciones.

En la década de 1990, lo que movió la economía local fue la extracción desordenada de palmito, lo que provocó un aumento de la deforestación. El fruto del açaí, que siempre ha sido la base de la dieta de los ribereños, se volvió escaso. Además del tema económico, existía una urgencia ambiental con impactos sociales por resolver.

El cambio llegó y transformó la comida cotidiana en el gran negocio de la región. La producción certificada de açaí trajo empleo, ingresos, y también un cambio de comportamiento que garantiza un futuro mejor, entre ellos, inversión en educación para transmitir los conocimientos relacionados al manejo sostenible. De hecho, se está construyendo una escuela con un fondo subsidiado del 5% de lo recaudado por la venta de la canasta de açaí certificada por la cooperativa.

Amazonbai fue la primera, y todavía única, certificación de açaí en el mundo. Además, también recibieron, a principios de 2019, el Procedimiento de Servicios Ecosistémicos para mantener las existencias de carbono y proteger la biodiversidad. Gracias a estos impactos positivos, obtuvieron un patrocinio que apoyará el manejo forestal en 7.1 hectáreas de bosques certificados por un período de 10 años, lo que corresponde a la conservación de un stock de 500 t de carbono forestal.

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