Como nuevo miembro de CONICEFV quiero compartir mi experiencia como International Fellow en el World Forestry Center (Centro Forestal Mundial) en Portland, Oregón donde estoy por un periodo de 6 meses, aprendiendo sobre manejo de recursos forestales en el Pacifico Noroccidental de Estados Unidos, creando conexiones y estudiando acerca de los dueños de bosques, sus desafíos y oportunidades a nivel individual y de sus organizaciones.

El pasado Julio realicé una visita a Neil Schroeder, actual presidente de Oregon Woodland Cooperative. Esta cooperativa fundada en 1980 cuenta actualmente con 70 miembros, pequeños dueños de bosques donde las especies de coníferas son predominantes. Su principal propósito es asistir a los miembros en la mejora de prácticas de manejo forestal que aseguren beneficios ambientales, sociales y económicos.

Estos dueños de bosque además de realizar aprovechamiento de madera, también han encontrado formas creativas de dar uso a otros productos no maderables del bosque, o a partes del árbol que no son útiles para el aserradero y que por tanto son vistos como desechos. La cooperativa facilita la distribución y mercadeo de estos productos, entre ellos: leña, usada para calefacción; ramas, las cuales son distribuidas en floristerías para arreglos decorativos, y aceites esenciales para usos diversos provenientes de 6 especies de coníferas (pino ponderosa, cedro incienso, abeto de Douglas, cedro rojo occidental, abeto grande, y abeto noble). También comercializan piezas de madera pequeñas o “defectuosas” que pueden ser usadas por artesanos de la madera para crear desde lapiceros hasta piezas decorativas.

Un aspecto interesante de esta cooperativa es su estrategia de marketing. Ellos se enfocan en un mercado nicho al cual pueden acceder con sus productos naturales y locales, algo especialmente atractivo para un público que se preocupa por el consumo local sostenible. Etiquetas que cuentan la historia del origen del producto (leña) son formas de mercadeo innovadoras que conquistan a estos consumidores, ¡algunos de ellos han comenzado a coleccionar las historias!

El trabajo de esta cooperativa es un ejemplo de cómo las organizaciones de productores forestales son claves para el manejo forestal sostenible, especialmente a través del desarrollo y acceso a mercados para los pequeños productores.

En el negocio de la madera los pequeños productores se encuentran en desventaja debido a las restricciones impuestas por la escala de negocios. Es así que la búsqueda y desarrollo de mercados para los llamados “productos no forestales del bosque” son una opción que debemos considerar en Nicaragua para reducir la presión sobre el bosque y evitar el cambio de uso de la tierra.

Algunas lecciones que se pueden tomar de la cooperativa son las siguientes:

Creatividad: ingrediente clave en innovación. La OWC está usando residuos, partes “defectuosas” o antes ignoradas en el árbol para crear productos útiles para los clientes.

Buen marketing es vital en cualquier negocio. La cooperativa se ha preocupado por buscar asistencia profesional en marketing y marcas. Estos especialistas los han ayudado a representar el espíritu de la cooperativa y llegar a sus clientes de forma efectiva. Si bien la cooperativa es pequeña, el diseño, etiquetas y estrategia de marketing son de primera clase.

Dedicación y mejora continua para el éxito. Los líderes de la cooperativa buscan continuamente mejorar la calidad y variedad de los productos así como nuevos mercados potenciales y mejores formas de llegar a ellos.

Si tienen preguntas o ideas pueden contactarme a: iandreacornejo@gmail.com o acornejo@worldforestry.org

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