En las recientes discusiones sobre la de forestación en Nicaragua considero que hay un denominador común: Todos queremos conservar los bosques. El debate más bien se centra en cuáles son las principales causas de la deforestación y cómo se puede lograr su protección.
Es evidente que de la manera en que hasta ahora se ha tratado de evitar la deforestación, que sobre todo se ha enfocado en la prohibición, restricción y control del uso del recurso forestal y de la comercialización de madera, no se ha logrado el objetivo. La solución de problemas complejos, como la deforestación, a veces no son tan fáciles o lineales. Es decir, vemos que prohibir cortar árboles no ha llevado a la conservación de los bosques.
Dado este hecho me parece que es hora de revisar la estrategia, y no seguir sobre el mismo camino, y pedir más veda, más ley, más control. Al contrario, deberíamos abrir la mirada y ver qué otras estrategias se pueden implementar para lograrla conservación y aprender cómo enfocaron otros países el problema.
En Guatemala, por ejemplo, tenemos en el Petén uno de los ejemplos más emblemáticos de Latinoamérica; de un modelo de manejo forestal sostenible que conserva aproximadamente 500,000 ha de Bosque en la Reserva de Biosfera Maya (RBM). Nueve comunidades y dos empresas industriales manejan el bosque que les fue entregado bajo concesiones hace unos 20 años.
Allí no existe prohibición de cortar árboles. Al contrario, el hecho de que las comunidades puedan aprovechar madera,sobre todo la caoba, al igual que productos no maderables, que les permite generar ingresos económicos, los hace los mejores guardianes de los bosques.
La RBM se compone de zonas de diferentes categorías de protección, como es usual en las áreas protegidas: Zona núcleo, Zona de Uso múltiple y Zona de Amortiguamiento. La Reserva también está amenazada por incendios y depredación por manos humanas. Sin embargo, ¿Dónde creen que se protege mejor el bosque contra estas amenazas? ¿En la Zona Núcleo dónde la administración del Estado vela por cumplir la prohibición total del uso o en las concesiones donde las comunidades y empresas generan ingresos a través del manejo forestal sostenible?
Además de éste, hay otros ejemplos, que muestran que el bosque tiene mayor posibilidad de conservarse si genera ingresos para sus habitantes, y el país en general.Mejor aún, cuando los niveles de estos ingresos pueden competir con otros usos de suelos, como la ganadería, el cultivo de café, entre otros. Por lo cual, en mi opinión, en vez de prohibir y restringir, la alternativa está en la creación de condiciones propicia para el manejo forestal responsable y el desarrollo de la industria forestal para darle valor agregado a la madera y con ello al bosque.
Propongo para contrarrestar la deforestación programas a largo plazo; para desarrollar como un pilar fundamental del desarrollo económico del país, el manejo de bosque, el establecimiento de plantaciones forestales, y de desarrollo de la industria de primera y segunda transformación de madera.