Acerca de FSC Guatemala

FSC Guatemala tiene como visión ser una organización líder en el desarrollo e implementación de estándares para manejo forestal sostenible y transformación de productos forestales.

Nuestra misión es contribuir y promover el desarrollo, aplicación y divulgación de estándares para manejo forestal sostenible y transformación de productos forestales, acordes a las características de Guatemala, así como facilitar el consenso de todos los actores del sector forestal, mediante un proceso participativo y educativo, que permita el diseño e impulso de estrategias y acciones que generan una mayor competitividad para el desarrollo económico y social del país con un serio compromiso ambiental.

CONESFORGUA, ha establecido alianzas de manera directo o de coordinación, con organizaciones públicas y privadas.

Dentro de las organizaciones se mencionan:

• Instituto Nacional de Bosques –INAB: La Oficina Nacional FSC de Guatemala, cuenta con un convenio de cooperación con el Instituto Nacional de Bosques INAB, en temas vinculados con la ubicación física de la Oficina, así como la administración de proyectos.

• GGBC: Se cuenta con una carta de acuerdo con el Consejo guatemalteco de la construcción verde, mediante la cual se busca la promoción del sello FSC, así como la posibilidad de establecer encadenamientos productivos con las organizaciones poseedoras de certificados y empresas dedicadas a la construcción.

• CENTRARSE : El Centro de acción de responsabilidad social empresarial, ha definido su intención por colaborar con la ON FSC Guatemala, en promover el sello FSC en las empresas afiliadas, bajo el tema de la responsabilidad social empresarial.

El 21 de marzo, día internacional de los bosques[1]

(Reflexión y exhortación a la comunidad ENCA)

La Asamblea General de las Naciones Unidas realizada diciembre del año 2012, proclamó el 21 de marzo como “Día Internacional de los Bosques”. A partir del 2013, se inició la celebración de esta fecha.

Tradicionalmente, en Guatemala se exalta al árbol y por extensión al bosque, en la fecha que ha sido definida para ello, el 22 de mayo de cada año. Para el efecto se organizan actividades principalmente a nivel escolar, como una forma de inculcar en los futuros ciudadanos, la importancia de los árboles y los bosques, a través de la realización de plantaciones en diferentes sitios y mensajes alusivos. La Escuela Nacional Central de Agricultura ENCA, es la institución que más reproduce el espíritu de exaltación al árbol, al declarar su aniversario en su honor.

Cuando se aborda la discusión sobre las acciones que se deban emprender para la conservación de los bosques, es común que las personas señalen al gobierno y de manera específica a los servicios forestales, como los responsables y encargados de velar por este objetivo. Si bien es cierto, la responsabilidad formal corresponde a estos entes de gobierno y de los productores, existe una corresponsabilidad para todos los ciudadanos del país, en velar por esta aspiración, es decir la conservación de los bosques.

Dentro de las manifestaciones de las personas en apoyo a la conservación de los bosques, están las que toman un papel protagónico, ya sea por convicción, por algún interés como resultado de las actividades que realiza, en tanto que para la mayoría normalmente la participación no es una actividad en la que se invierta tiempo.

No obstante, cuando se alzan voces por cualquier medio (prensa, radio, televisión, grupos de vecinos, etc.), sobre algún problema atribuible a la pérdida de los bosques, se activa la conciencia ciudadana y se participa con manifestaciones de opiniones de diversa índole, acerca de las acciones que habrían de tomar; pasado cierto tiempo, nuevamente queda en el olvido para la mayoría de las personas cualquier continuidad en la manifestación de inconformidad.

Para el año 2022, la FAO definió como tema dentro del marco de celebración del día internacional de los bosques, el objetivo 12 de los ODS “Bosques: producción y consumo responsables”. No obstante, la baja internalización de estos conceptos por parte de la sociedad, hacen necesario que el objetivo 12 se promueva y mantenga vigente de manera permanente.

Con base en lo anterior, se reconoce entonces que la conservación no se logra solamente con una producción responsable, por el contrario, integra un elemento posiblemente más relevante, el consumo. Y es precisamente en el consumo, en donde se considera que se tiene la mayor problemática en la conservación de los bosques, debido a que mientras exista demanda habrá oferta, no obstante, la mayoría de las manifestaciones van en contra de la producción, evitando la responsabilidad en el consumo.

¿A qué se refiere el consumo responsable? Es simplemente la acción que toda persona puede ejercer cuando selecciona “x” marca al adquirir un bien o producto. ¿En qué consiste esta selectividad? en la adquisición de productos por el consumidor, mediante la selección de marcas que integran procesos productivos con criterios de sostenibilidad. ¿Y en que beneficia a la conservación de los bosques, esta compra responsable? En obligar al productor a realizar procesos productivos sostenibles.

Para poder ejercerla, las personas deben identificar y reconocer aquellos productos que garantizan la sostenibilidad de los bosques de donde se obtienen los productos. Esta sostenibilidad solo se logra a través del manejo forestal responsable, y la garantía se obtiene mediante sellos que lo ratifican.

De allí nace el concepto de certificación forestal. Los sellos que se obtienen luego de evaluar el cumplimiento de los estándares de certificación permiten identificar los productos que garantizan la sostenibilidad del recurso forestal. Las personas identifican como productos de origen forestal, la madera, leña, muebles, papel y cartón. No obstante, existen una gran cantidad de productos de origen forestal, que la mayoría de las personas desconoce y que usa diariamente, tales como lápices, telas elaboradas a base de celulosa, productos cosméticos para el cuidado personal, dentífricos, medicinales, alimenticios, llantas, guantes, etc.

Las personas que adquieren productos de origen forestal normalmente no cuestionan la procedencia. Aceptan como válido, la presencia del producto en una vitrina, mostrador, estante, sala de ventas, etc., y dar por sentado o no objetan, si el producto que obtienen cumple con todas las regulaciones.

Solamente aquellos productos que cuentan con sello reconocidos, como el sello y los distintivos que ofrece el Consejo de Administración Forestal FSC (por sus siglas en inglés), pueden garantizar al consumidor que los productos obtenidos, fueron procesados, comercializados y distribuidos, cumpliendo estándares medidos a través de indicadores ambientales, sociales y económicos.

El mensaje es claro, los recursos están allí para ayudarnos a satisfacer nuestras necesidades, siendo el único requisito su producción y consumo de manera sostenible.

En términos concretos, se exhorta a los estudiantes de la Escuela, a los trabajadores, docentes y autoridades a reflexionar sobre su acción como consumidores de productos de origen forestal y si realmente existe la convicción de promover y contribuir a la conservación de los bosques, empecemos por la selectividad en la adquisición de productos de origen forestal, obteniendo solamente aquellos que garantizan su sostenibilidad.

La Escuela consume grandes cantidades de papel, productos alimenticios y de higiene que son o vienen embalados en papel o cartón, en menor cantidad muebles y otros productos; por ello se debería exigir a los proveedores aquellos productos que contienen o son embalados con materiales de origen forestal certificado. Esta exhortación debe irradiarse hacia el consumo particular de cada miembro de la Escuela y su familia, para promover el consumo responsable.

Los productores que aún no están certificados se verán obligados a modificar sus procesos productivos, incorporando plenamente los criterios e indicadores de sostenibilidad avalados por los sellos que efectivamente garantizan ese proceso.

La estrategia para apoyar la conservación está dada, las metas para su cumplimiento pueden ser graduales. Conforme la condición de consumo responsable sea una realidad, la producción sostenible será una obligación del productor, lo que consecuentemente se traducirá en la conservación de los bosques.

[1] Escrito por Luis Fernando Pereira, Director CONESFORGUA/ Socio de la Red FSC, en la Escuela Nacional Central de Agricultura, como un aporte a la conmemoración del Día Internacional de los Bosques. 220 participantes.